Mama Warra es una mujer de fe que cree firmemente en poder alcanzar cualquier meta con la ayuda de Dios. Esta convicción es lo que dio forma a su visión de este hogar para niños y así es cómo nació Shalom…
En el año 2003, el Reverendo Nnko de Arusha y su esposa, Mama Warra, fueron a visitar una iglesia en Karatu. Pasaron la noche en un hostal del pueblo para hacer el viaje de regreso de tres horas a Arusha a la mañana siguiente. Hacía frío y llovía. Durante la noche, Mama Warra oyó un llanto al otro lado de su puerta y al abrirla se encontró con un niño recién nacido depositado en el umbral. Lo llevaron con urgencia al hospital más cercano y no se apartaron de su lado el resto de la noche. A la mañana siguiente, el matrimonio tenía que partir hacia Arusha, pero Mama Warra pagó a los médicos y prometió volver a por el bebé. Varios días más tarde recibió la desgarradora noticia de que el niño había fallecido. Aquella noche en Karatu permanecería presente en la memoria de Mama Warra para el resto de su vida. Aquella noche añadió leña al fuego que ardía en su corazón con el deseo de rescatar a huérfanos. Para ello, Mama Warra y su marido decidieron mudarse de la ciudad de Arusha al pequeño pueblo de Karatu y dar vida al proyecto que hoy se conoce como Shalom Orphanage.
El matrimonio Nnko se tuvo que enfrentar a circunstancias muy desalentadoras, tenían poco espacio, poca ayuda y nada de dinero. Hubo momentos en que el Reverendo no podía entender la pasión infatigable de su esposa y la hacía ser consciente de que su misión conllevaba una gran responsabilidad y pocas compensaciones.
Shalom nació en el año 2004 en una pequeña habitación no lejos de donde hoy se encuentra el orfanato. Los primeros niños que acogieron Mama y Baba Nnko fueron tres hermanos abandonados en un vertedero donde sobrevivían comiendo basura. El número fue aumentando rápidamente a 15 y se vieron obligados a mudarse a una casa mayor. En el año 2007, gracias a Caritas España, y a los ahorros procedentes de donaciones de viajeros, turistas y voluntarios, les fue posible comenzar a construir el actual orfanato donde al día de hoy, 85 niños tienen su hogar en Shalom Orphanage.
La visión de Mama Warra de amparar a los más vulnerables de su sociedad se ha extendido causando impacto en la población y en toda la región. No obstante, lo más impactante para Mama Warra son aquellos momentos (por pequeños que sean) de alegría, amor y risas que comparte con los niños que están bajo su cuidado. Muchos de ellos han vivido bajo circunstancias insoportables durante sus cortas vidas. Historias de violaciones, maltrato físico, abandono y pérdida no son extrañas entre estos niños.
Por esta razón, Mama Warra nunca se cansa de recordar a sus hijos que ya no son huérfanos y tienen en Shalom una familia, un hogar y amor. Dice Mama Warra,: «Siempre van a poder llamar a Shalom su casa y siempre van a tener una mamá que les quiere con locura esperándolos en esta casa».
Al atardecer, todo el que pasa por el camino puede oir los cantos de alabanza que resuenan desde Shalom. Mama Warra enseña a los niños canciones sobre Jesús y su amor y este testamento de la capacidad de Dios de reparar y redimir todo mal llena el cielo del país. Es tan inconmensurable como el mismo cielo de la noche Africana.
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